Esta contribución es continuación de la publicada en el BLOG de la Facultad de Derecho de la UAM, con el mismo título, el 24 de enero de 2022
El 6 de abril de 1902 el emperador Guanxu (1844-1911), de la dinastía Qing, publicó un edicto en el que se ordenaba el envío de juristas de reconocido prestigio a diferentes países de Europa y América para conocer el Derecho de Occidente. Entre ellos cabe destacar el viaje de Wu Tingfang (1842-1922) a Inglaterra, Estados Unidos, España y Perú para estudiar el sistema político y jurídico de dichos países. A su retorno, dicho jurista fue nombrado en 1912 Ministro para la Revisión de las Leyes y, junto a Shen Jiaben (1840-1913), se encargó de la revisión de numerosas leyes de China, e incluso llegó a ser Ministro de Justicia durante el gobierno provisional de Nankín[1]. Hay que destacar también la participación de juristas japoneses en el proceso inicial de recepción del Derecho Romano en China, los cuales, a su vez, se habían formado en el estudio del Derecho alemán, a partir del B.G.B. de 1900, dado que el sistema jurídico japonés moderno fue fundado tomando directamente como modelo el sistema jurídico alemán, y así, no es de extrañar que el primer proyecto de Código Civil de China, elaborado a principios del siglo XX, al final de la dinastía Qing (1911), adoptase la estructura del Código Civil alemán, dividido en cinco partes[2].
Tras la caída del último emperador (Puyi) y la instauración de la República, fue aprobado en 1918 un segundo proyecto de Código Civil, de base romanista, que estableció «los fundamentos del contenido y del sistema del derecho chino moderno». Dicho proyecto seguía la línea marcada por los juristas del último periodo de la dinastía Qing y estaba fuertemente influenciado por el Derecho japonés y alemán. Finalmente, tras décadas de trabajos preparatorios, se aprobó el Código Civil de la nueva República china que fue promulgado en 1931[3], siguiendo el modelo de los códigos japonés y alemán, pero influenciado también por el Código Civil de la Unión Soviética, e incluso, por el Código Civil tailandés. El Código Civil de 1931 fue derogado en 1949 con la llegada al poder de Mao Zedong.
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El Derecho Civil en China no ha tenido un desarrollo suficiente a lo largo de su historia y, en este ámbito, los usos y costumbres desempeñaron un papel fundamental en la ordenación de las relaciones humanas. En el derecho tradicional chino no se dio una verdadera regulación, en sentido técnico, de los contratos, los cuales no fueron objeto de una definición y sistematización en categorías por los juristas. Sólo podemos encontrar regulaciones normativas fragmentarias sobre cuestiones administrativas relacionadas con los contratos públicos realizados por funcionarios con los particulares, o normas relativas a los contratos en una localidad determinada, o referentes a tipos de contratos en particular, ya fuesen compraventas, préstamos o arrendamientos, dejando libertad a las partes para celebrar los acuerdos que estimasen convenientes. Y todo ello sin que llegase a existir un lenguaje técnico-jurídico en esta materia[4].
En 1986 se aprobó la Ley de Principios Generales de Derecho Civil que estableció un catálogo de disposiciones que pudiesen servir de fundamento para la posterior publicación de leyes sectoriales en el ámbito del Derecho Civil, como la ley sobre contratos de 1999, la ley sobre derechos reales de 2007, o la ley de procedimiento civil de 1991, modificada posteriormente en 2007 y 2012.
Después de un largo proceso, el nuevo Código Civil fue aprobado el 28 de mayo de 2020 y entró en vigor el 1 de enero de 2021; dicho texto legal consta de 1260 artículos recogidos en 7 libros: el libro I (De las disposiciones generales), el libro II (De los derechos reales), el libro III (De los contratos), libro IV (De los derechos de las personas), libro V (Del matrimonio y de la familia), libro VI (De las sucesiones), libro VII (De la responsabilidad por hechos ilícitos). El último artículo del Código (art. 1260) establece la derogación de las leyes civiles anteriores.
Como recalca Diyu Xu[5] en su Introducción a la edición italiana del Código Civil de la RPC, «el Derecho civil chino deriva principalmente del sistema jurídico romanístico. El sistema de conceptos civilísticos que provienen del Derecho romano es ya muy familiar en los círculos teóricos y en la práctica en China; la arquitectura de este sistema está profundamente enraizada en la cultura del Derecho civil de China»; si bien, es cierto que, junto a lo anterior, también se advierte a lo largo del Código la influencia de otras fuentes como son: el Common Law anglosajón en materia de contratos y de derechos reales de garantía (por ejemplo, el artículo 396 sobre la llamada «hipoteca flexible»); las reglas jurídicas emanadas de tratados internaciones como la Unidroit Convention on International Factorig o los Principios de Derecho Contractual Europeo; así como también principios procedentes de la cultura jurídica tradicional de China y del sistema de economía socialista de mercado que se concreta, por ejemplo, en la titularidad de numerosos bienes inmuebles rústicos y urbanos que pertenecen por ley al Estado o en copropiedad a colectividades de campesinos (tratándose de fundos rústicos), si bien vemos también que el Código Civil abre la posibilidad de la cesión del uso y disfrute de dichos fundos a través de derechos reales análogos a los derechos de usufructo o de superficie. Pero en todo caso, la sistemática, la terminología y el contenido material del Código Civil se basan, fundamentalmente, en la tradición jurídica romanística: «En particular, para la construcción del sistema del Código Civil chino, la mayor parte de los juristas han considerado la necesidad de adoptar el modelo fundado en los Digesta de Justiniano, basado sobre la relación lógica entre los conceptos para construir una estructura multinivel, integrada por disposiciones generales y varios libros»[6]. En este sentido, podemos referir que el artículo 468 establece que las reglas generales de los contratos deben ser aplicadas a las obligaciones extracontractuales, de tal forma que los capítulos 4 al 8 del libro relativo a los contratos, asumen la función de Parte General de las obligaciones, y así el legislador ha considerado la negotiorum gestio y el enriquecimiento injusto como cuasicontratos y los ha incluido en el libro III «de los contratos».
La notoria influencia de la pandectística alemana se manifiesta en la regulación que el Código hace del Negocio Jurídico en los artículos 133 a 160 contenidos en el Libro I, Título VI (art. 133: «los negocios jurídicos son manifestaciones de la voluntad de los sujetos de derecho dirigidas a constituir, modificar o extinguir relaciones jurídicas»). También, siguiendo a Diyu Xu[7], el régimen jurídico netamente romanístico se aprecia, por ejemplo, en las disposiciones generales del CC, en el libro relativo a los contratos, incluyéndose en el mismo la figura de los cuasicontratos, o en el libro relativo a la responsabilidad civil por actos ilícitos.
Para terminar, no queremos dejar de mencionar que este Código del siglo XXI sanciona en el artículo 9 el llamado «principio verde» que desarrolla, en el ámbito civil, el artículo 26 de la Constitución de 1982 de la RPC («El Estado protege y mejora el medio ambiente y la ecología, y previene y controla la contaminación ambiental…»); en este sentido, el título VII del libro VII está dedicado a la responsabilidad por daños por contaminación ambiental y daño ecológico (arts. 1229-1235), y el art. 619 in fine del Código, dentro del título relativo al contrato de compraventa, dice: «…el embalaje de los bienes debe realizarse de modo idóneo para la protección del medio ambiente».
[1] MI JIAN, Diritto cinese e diritto romano, en Diritto cinese e sistema giuridico romanistico. Contributi, a cura di FORMICHELLA, L., TERRACINA, G., TOTI, E., Torino, 2005, pp. 18 ss.
[2] MI JIAN, Diritto cinese e diritto romano…, op. cit., p. 19.
[3]El primer libro del Código Civil de 1931 estaba dedicado a los principios generales y comprendía siete capítulos: sobre los principios, sobre las personas, sobre los bienes, sobre el negocio jurídico, sobre los plazos, sobre las prescripciones extintivas y sobre el ejercicio de los derechos. Los siguientes libros regulaban las obligaciones, los derechos reales, el derecho de familia y el derecho de sucesiones. SCHIPANI S., Il diritto romano in Cina, en Diritto cinese e sistema giuridico romanistico. Contributi, a cura di FORMICHELLA, L., TERRACINA, G., TOTI, E., Torino, 2005, pp. 18 ss.
[4]MACCORMACK G., The Law of Contract in China under the T’ang and Sung Dinasties, en RIDA, 32, Bruxelles, 1985, pp. 18-19.
[5] DIYU XU, Codice Civile della Repubblica Popolare Cinese, a cura di Oliviero Diliberto, Domenico Dursi, Antonio Masi, traduzione di Meiling Huang, Pisa, 2021, pp. VIII-IX.
[6] DIYU XU, Codice Civile…, op. cit., pp. X-XI.
[7] DIYU XU, Codice Civile…, op. cit., p. IX.